27 agosto 2014

JACK MICHAEL MARTINEZ no se conforma con lo que ha logrado con la seleccion dominicana


GUADALAJARA, Castilla la Mancha. Cuando Jack Michael Martínez pise este sábado el tabloncillo del Bizkaia Arena de Bilbao, en el inicio del Mundial de Baloncesto 2014, estará participando por ocasión número 16 con la Selección Nacional de Mayores de República Dominicana en torneos internacionales oficiales.

Eso lo dejará con apenas una integración menos que el gran Vinicio Muñoz, quien se puso el uniforme tricolor en unas 17 oportunidades.

“Es inexplicable esta sensación. Para mi es y siempre será un orgullo representar a mi país”, exclamó el capitán del conjunto quisqueyano.

El debut de Martínez con la selección aconteció en 2001, durante el Campeonato Centrobasket celebrado en Toluca, México. Desde entonces ha ayudado a que la República Dominicana se cuelgue medallas de diferentes colores y ha capturado 894 rebotes, siendo líder de ese departamento en varios eventos.

Serían exactamente 1,023 rebotes, si contamos 129 que atrapó en dos ediciones de la Copa Tuto Marchand, según el Departamento de Estadísticas de la Selección Nacional.

A pesar de sus logros, los cuales incluyen ayudar a clasificar a su país a un Mundial por segunda vez en su historia, un oro logrado en el Centrobasket 2004 en Santo Domingo y un bronce en el Campeonato FIBA Américas 2011 en Argentina, el jugador no se siente satisfecho y quiere más.

“No es bueno ser conformista. Uno siempre debe seguir aspirando a más”, explicó el jugador.

Jack desea que el país logre un buen desempeño en España 2014. Pero también quisiera formar parte de una participación dominicana en baloncesto en unos Juegos Olímpicos, algo que nunca ha ocurrido.

“Eso sería grandioso. Tuvimos una oportunidad, pero no se pudo. Estaremos el año próximo en otro Preolímpico y ojalá yo poder estar presente en el equipo que vaya tras esa meta”, comentó.

Dentro del conjunto caribeño, el alero de poder cuenta con una responsabilidad que va más allá de producir en cancha. Su rol de capitán le exige ser un ejemplo para sus compañeros en todo momento, incluyendo fuera del tabloncillo.

“Esto no es fácil. Hay que estar activo con todo lo que sucede dentro y fuera de la cancha. Hay que velar por la disciplina de los jugadores y sentarse a hablar con ellos para decirles las cosas como son”, expuso. “Hay que tener la mente fría y ganarse el respeto de los compañeros y el cuerpo técnico”.

A sus 33 años de edad Jack todavía no está listo para decirle adiós a la escuadra tricolor. Declaró que aún no ha visualizado el momento de irse, pero indicó que estará con el equipo dominicano hasta que Dios quiera.

Sin embargo, cuando le llegue ese momento, Martínez quiere ser recordado como alguien al que siempre le dolió su bandera.

“Quiero que me recuerden como el capitán, como aquel que estuvo presente en las buenas y en las malas y que sepan que yo jugaría en la selección hasta en silla de ruedas o siendo un anciano”, exclamó Jack con una sonrisa en su rostro.

Nunca olvidará el oro del 2004

En la memoria de todos los dominicanos siempre estará la conquista del Campeonato Centrobasket 2004 celebrado en Santo Domingo, el cual se concretó tras una victoria dramática y por un punto (75-74) contra Puerto Rico.

“Fue algo especial. Algunos no creían en el equipo por la falta de nombres, pero yo sí decía que en el equipo habían hombres. En el último partido encesté dos tiros libres importantes y no sentí ningún tipo de presión en ese momento. Quizás por estar en casa no me presioné”, dijo.

“El grupo que integramos ese equipo era muy bueno. Otto Vantroy, Andy Williams y mi amigo Amaury Filión, todos. Siempre creímos en nosotros mismos y pusimos cada uno un granito de arena para ganar esa medalla. Fue grandioso”, agregó.

Preguntas y respuestas con el capitán

P: ¿Comida y bebida favorita?

JMM: “Arroz, habichuela, pollo guisado y jugo de naranja”.

P: ¿Cuál es tu género musical favorito y tus artistas?

JMM: “Me gusta la bachata. Romeo Santos, Elvis Martínez, Anthony Santos, Zacarías Ferreira, todos realmente”.

P: ¿A cuál jugador de baloncesto creciste admirando?

JMM: “Soterio Ramírez. Yo soñé con ser superior y estar al lado de mi tío en San Lázaro”.

P: ¿Y de la NBA a quien has admirado?

JMM: “Tim Duncan, Rasheed Wallace y Dennis Rodman”.

P: ¿Por qué a Rodman?

JMM: “Hizo del rebote un oficio. Lo llevó a otro nivel. No lo admiraba por ser extravagante ya que a veces hacía el ridículo”.

P: ¿Por qué te gusta el número 15?

JMM: “Quería usar el 16 con San Lázaro, pero ya ese número era de Soterio. Me conformé con un número menos”.

P: ¿Eres tan exitoso en el amor como en los rebotes?

JMM: “(Risas). Soy más exitoso en el campo del amor que en los rebotes. Un espectáculo. Uno se involucra, tú sabes. No es que me lluevan las mujeres, pero uno trata de ser simpático”.

P: ¿Qué significa tu madre para ti?

JMM: “Ella es mi vida. Me crió sola yo siendo hijo único y me enseñó que todo en la vida es sacrificio. Ella ha sido el empuje de toda mi carrera”.

P: ¿Eres un tipo familiar?

JMM: “Si. Nosotros somos una familia pequeña, pero muy unidos. Por eso es que Dios nos ha bendecido tanto

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