El Heat de Miami tras la marcha de Roger Mason Jr. tenía un hueco en su roster y este martes decidió llenarlo con la incorporación del jugador de 25 años DeAndre Liggins.
El escolta, de 6.6 pies de estatura, firmó un contrato de 10 días, en los que tendrá que demostrar toda su valía en su intento por terminar la temporada con los campeones de la NBA.
“Voy a tratar de hacer mi trabajo para quedarme aquí todo el tiempo que pueda”, expresó Liggins al terminar la práctica del Heat. “He aprendido de mis errores y estoy listo para volver a la cancha”.
Liggins proviene de la Liga de Desarrollo y hasta el lunes jugó con los Sioux Falls Skyforce, filial del Heat, donde en 35 partidos (34 de ellos como titular) promedió 14.5 puntos (39.8 por ciento en tiros de campo), 7.5 rebotes, 4.8 asistencias y 2.54 robos en 40.3 minutos de media.
El producto de la Universidad de Kentucky, quien fue originalmente seleccionado en la segunda ronda (lugar 53) del Draft 2011 por el Magic de Orlando, ha aparecido en 56 partidos de la NBA, con un promedio de 1.6 puntos ( a pesar de disparar para un 45.8 por ciento) y 1.2 rebotes, en 7.2 minutos.
Con el Magic jugó 17 partidos la temporada 2011-12, y luego jugó 39 partidos con el Thunder de Oklahoma la pasada campaña, siendo liberado en septiembre del 2013 tras ser acusado de abuso doméstico.
A pesar de que Liggins tiene experiencia en la NBA, sorprende su inclusión por encima de su compañero de equipo Justin Hamilton, de 7.0 pies, que tras ser firmado por el Heat en septiembre fue cortado a finales de octubre. Después de eso el centro firmó con el Skyforce en febrero y posteriormente fue seleccionado al juego de las Futuras Estrellas de la NBA del 2014, con los mejores jugadores de la Liga de Desarrollo.
Hamilton, de largo, es el mejor jugador de la filial de Miami promediando 19.5 puntos y 9.5 rebotes por juego, con una mayor eficiencia en sus tiros y bien se sabe que un buen jugador de esa talla no se consigue todos los días.
Liggins, quien llevará el número 14, estará disponible para jugar tan pronto como este jueves contra los Knicks donde se espera la reaparición de LeBron James con su anunciada máscara.
James practicó el martes por primera vez desde que se fracturó la nariz y espera estar listo tras una semana de descanso, cuando el Heat reciba a los Knicks.
“Me siento cada día mejor, esto va mejorando y los dolores de cabeza van pasando”, comentó King James. “Aunque es demasiado pronto, espero para el jueves estar bien. Apenas es martes, así que tenemos tiempo”.
El propio jugador confirmó que saldrá con una máscara para proteger la fractura en la nariz que sufrió en la victoria por carretera del jueves pasado en el Thunder, después de perderse su segundo partido de la temporada el domingo ante los Bulls.
“Definitivamente usaré una máscara si juego el jueves, aunque es un reto difícil, es como si alguien constantemente te pusiera la mano en la cara, es como un defensa adicional”, declaró LeBron. “Pero no voy a cambiar mi juego por ella, probablemente no esté muy claro cuándo salga, pero me voy a acostumbrar”.
James ya jugó con una máscara protectora en la temporada 2004-05 después de sufrir una fractura en el pómulo producto de un codazo de Dikembe Mutombo.
Y ahora, a pesar de todas las bromas, todo indica que la misma será muy similar a la que usó anteriormente: de plástico y transparente, de modo que sea lo más cómoda posible.
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